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sábado, 29 de septiembre de 2007

VENGO DE CENAR...

Hoy he salido a cenar con una amiga. Es viernes. Bueno, era, viernes... he ido a cenar, me he desahogado, divertido incluso, y sobre todo, he tragado y tragado y tragado mil veces este nudo que tengo entre la garganta y el estómago... y, segundos después, vuelve a estar ahí...
He visto en los ojos de mi amiga que, de repente, aquello que nos unía por parecer afín, ha dejado de existir... ya no encuentra similitud entre lo que me pasa y le pasa... ya no quiere hacer comparaciones porque a ella sí la "cuida" su marido, por ella sí siente interés y se preocupa e, incluso, se lo hace saber así a sus hijos y luego ellos se lo cuentan a ella... ya ha frenado, ahora, ya no son cosas parecidas...
Y lo entiendo, porque, ¿quién quiere vivir con esta cruz encima, con este malvivir, con esta desazón? Ella prefiere agarrarse a que su marido sí la quiere, a diferencia del mio para conmigo...
Vengo de cenar y me lo he pasado bien. Y me ha dado el regalo de mi cumple porque no nos habíamos podido ver antes. Me ha regalado un anillo precioso de plata y con una gran bola de rodio. El nuevo material que se ha puesto de moda.
Laia.

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