Hoy, en la penumbra de la tarde y escondida tras la cortinilla para refugiarme del sol, soñaba con un barco navegando sobre un campo de amapolas... el timón era el tallo de un geranio, para que apartara las moscas y los mosquitos que vienen a quitarme sangre sin pedirla... la vela, sencilla blanca y olorosa, el pétalo ondulado de una gardenia... el poco viento la movía despacio para no romperla, cosa que el cielo agradecía... en la penumbra de la tarde, soñé que navegaba y el mar ya no me asustaba...Laia.

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