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sábado, 26 de julio de 2008

Consuelo...

Según voy andando, en el camino me encuentro otro árbol donde dejar mi deseo...
Y, es mi deseo, porque lo necesito, un poco de consuelo.
Alivio para el dolor. Y, no es que me encuentre en la situación de tanto tiempo atrás, pero me siento mal. Puede que sea más posesiva de lo que me imaginaba. Y puede que la dependencia sea mayor de lo que creía pero, cuando pueda saborear la liberación que supone mi decisión, será mucho más fácil. Mucho más gratificante. Porque, hoy, todavía me siento culpable...
Culpable de no haber sabido hacer de mi matrimonio algo aceptable...
Son las secuelas de la educación que me dieron. Bueno, que nos dieron a las niñas de mi generación, claro. La mujer debía ser abnegada y sumisa y por supuesto, con una amable sonrísa en la cara y dispuesta siempre a disculpar y defender las posturas machistas.
Pues yo no soy así.
Laia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

porke no te liveras de todas las cosas ke te lastiman,no dejes en tu corazon las espinas,LAILA...SOLO LAS FLORES: