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domingo, 23 de marzo de 2008

Una Semana Santa más... (319)

Ya he vuelto. Ya estoy aquí de nuevo. Y me siento cansada y aburrida de tanta mediocridad y de tanta idiotez... me siento hastiada de hipocresía y doblez... me siento hasta el mismísimo moño de ser siempre la "débil" y la que ha de callar y escuchar, la que ha de obrar sin más... me siento
sucia... cuando he llegado a casa, me he puesto bajo la ducha durante dos horas... rezando y pidiendo que me ayudaran a diluir la mierda que traigo, para que se pudiera ir fácilmente por el deságüe... y ahora estoy cansada... muy cansada... pero no tengo ganas de ir a la cama... no quiero ir a la cama...
Será mucho lo que tendré que soportar para mantener esta vida que quiero tener de estabilidad aparente. Para empezar, a la señora madre que parió a SeñorSíSeñor... ufffffff... ¡es que no la puedo aguantar! ¿Te cuento lo último que me ha hecho? Bueno, una de las últimas, una de las que se pueden contar, una de las que se pueden definir con palabras... Verás, nos fuimos de viaje al pueblo de SeñorSíSeñor en estas fiestas de Semana Santa. La casa de sus padres está habitualmente cerrada porque su madre no puede ya vivir sóla así que, desde hace algunos años vive con la única hermana de SeñorSíSeñor a la que paso a denominar desde este momento "laJefa" Cuando llegámos a la casa, ya casi de noche, no me apeteció acceder por enésima vez a uno más de los caprichos de SeñorSíSeñor así que, me negué a ir a buscar a su mamá a casa de su hermanita... cuando entré al lavabo, me senté en el inodoro y miré a mi izquierda y ví, como de costumbre, el armario abierto. Dentro del armario, sobre un montón de toallas y demás enseres típicos del lugar en el que estaba, ví sin mayor interés una especie de bolsito de plático con unas cajas de distintos tamaños, las cuales reconocí rápidamente y sin esfuerzo por el nombre del laboratorio, como cremas para la cara. Miré para otro lado pensando una vez más que, ni naciendo de nuevo cien veces, ni madre ni hija llegarían a alcanzar el gusto por el saber y el estar y por el bien hacer y decir... porque, y esto es un inciso, no tienen delicadeza ni para discurrir que, cerrando el armario el cuarto de baño queda mejor, o bien, que si ponen la bayeta de limpiar los sanitarios dobladita en el hueco del lavamanos, por ejemplo, también queda mucho mejor que dejarlo colgando a la vista y al roce de las toallas cuando te secas la manos... uffff, se creen las mejores de las mejores y sólo son mediocres...
¡Se acabó el inciso!
A la mañana siguiente fuimos a buscar a su madre pues su hermana con el resto de la familia aún tardarían un día más en reunirse con nosotros. La señora madre que parió a SeñorSíSeñor ya estaba preparada con el bolso de mano en el brazo, el equipaje en una mano y el gallado en la otra, muy peinada, con sus mejores ropas y muy tiesa, muy erguida, muy orgullosa de que su príncipe azul montado en su corcel blanco acudiera a rescatarla de los avatares perversos que la obligan a tener que someterse aunque sea poco, pues menuda es ella para callar y respetar a los demás. Pero claro, sólo tiene dos opciones: o vive con su hija, o sea "laJefa" y aguanta a su yerno o, vive con su hijo alias el príncipe azúl más conocido por todos como SeñorSíSeñor y me aguanta a mí... y esto, jejejejejejeje, es otro cantar... pues bien, en cuanto llegámos, ya nos estaba ordenando que nos marcháramos deprisa a "su casa" Y yo, reprimiéndome las ganas de mandarla a la mierda cosa que no puedo ni debo hacer con una anciana por mierda que sea, le dije que se esperara un poquito que nos íbamos a tomar el aperitivo (a un sitio muy cerca de donde vive "laJefa" y muy famoso por "las pulguitas" que ponen de ahumados, anchoas, etc.), cosa que me salió bien porque a mi sobrina le apetecía así que, como enseguida se puso el abrigo, no tuve que pelearme con SeñorSíSeñor para ir a tomar el susodicho aperitivo... ¡claro, él no puede contrariar a mamá, la princesa manipuladora! Pues bien, retomo, nos tomámos el aperitivo, muy rico por cierto, tanto el cabrales como la hueva y me tomé tanto como me apeteció, ¡por una vez! Solidarizándome con mi cuñado y para ayudarlo a conseguir que se tomase dos cervezas, ¡caramba! que hasta para tomarse dos cervezas tiene que darle permiso alguno de "ellos", léase su mujer o sea "laJefa" o SeñorSíSeñor o la señora madre que parió a SeñorSíSeñor... uuffffffffffff...
Bueno, pues llegamos a casa de la señora madre que parió a SeñorSíSeñor... y, al ratito, después de preparar la comida, vuelvo al lavabo, me siento y miro a mi izquierda de nuevo, como la noche anterior y, ¡oh, cielos! observo ante mi perpleja y perpetua sorpresa (siempre me sorprendo, nunca aprendo...) que, el bolsito de plástico donde estaban las cajitas de las cremas de la cara, ha desaparecido... y, sin encontrar una explicación lógica, pues ella no se echa en la cara nada que no sea Nivea, y muy intrigada aunque sospechando lo que había pasado, busqué hasta descubrir el bolsito escondido detrás de un canasto grande donde guarda los retales y demás reliquias del pasado... ¡lo había escondido de mí! Es una impresentable. Siempre lo ha sido. Después de treinta y trés años sigue y sigue... y sigue... y sigue... y sigue... y no se cansa y sigue...
Pues bien, al principio, pensé en callar una vez más y dejar que la cosa quedara como otras tantísimas veces (ésto me la ha hecho también con el dinero, cuando tenían la tienda y escondía de mí el monedero donde ponían lo recaudado) pero, de repente, ¡no me dio la gana! ¡Ni hablar! Salí del lavabo, me fui hacia donde estaba ella y sin más le pregunté: "¿Dónde está el bolsito de las cremas que había en el armario?" Al principio, como respuesta, se hace la despistada, la que no se ha enterado de lo que digo y sigue en lo que estaba... y yo, sigo también: "Que digo, que, ¿dónde está el bolsito de las cremas de la cara que había en el armario del lavabo?" Y por fín me contesta que lo ha puesto encima del canasto de los retales... y le digo: "No, en el canasto no está porque lo acabo de mirar..." y me dice: "Pues se habrá caído..." Y yo pensé: "Ya sabes tú muy bien que no se ha caído ya, ¡que lo has puesto detrás del canasto, lo has escondido para que yo no lo toque!"
En fin... que necesitaba contártelo... y
me sabe mal que, para sentirme yo mejor, tenga que compartirlo contigo pero, no conozco otra fórmula. Por eso he intentado contártelo como si te estuviera escribiendo una novela y, aunque sé que es de las rápidas y de las malas, aquí te la dejo, para que la leas cuando quieras si te apetece o te interesa...
Menuda conclusión o moraleja le podemos sacar a esta historia... qué tristeza de hechos de toda una vida:
La señora madre que parió a SeñorSíSeñor, después de treinta y trés años que hará en septiembre que me casé con su hijo, necesita esconderme las cosas que hay en su casa.
Recapitulando: se lo he contado a su hija "laJefa" hoy antes de venirme a "MI CASA" y ella me ha oído y se ha levantado de la cama, donde estaba, sin duda alguna, para manipularlos a todos diciendo que se encontraba mal... todos han visto que ella ha oído mis palabras, incluído SeñorSíSeñor, y todos se han asustado porque le tienen miedo, pero yo, le he advertido a "laJefa" sabiendo que la señora madre que parió a SeñorSíSeñor me estaba escuchando que, "¡El que la hace la paga y que estoy harta de tantas puñaladas acumuladas y de tantas mentiras y de tanta hipocresía! Y que, ¡para nada! quiero ni siquiera tocar esas cremas de mierda, que se las meta por donde le quepan, que gracias a Dios no necesito tener que robarle nada a nadie." Se han quedado todos muy callados.
Este año he ido mucho mejor, más segura y con las ideas si cabe, aún mucho más claras así que, se acabó. Ya vuelvo a ser yo misma. La sombra de la depresión se está difuminando totalmente. La energía está volviendo a mi... ¡gracias a Dios mil veces!
Anécdota final:
¿Sabes qué? Las cajas de las cremas estaban sin su contenido.
¡Las cajas, están vacías.!
Me lo dijo "laJefa"
Laia.

3 comentarios:

Ygerne dijo...

¡Qué gentuza tiene el SeñorSíSeñor por familia! ¿Y te extraña que sea como es? Con ese tipo de gentuza por familia o te pegas un tiro o aprendes a ser tan cabrito como ellos... si creía que en todas partes se actuaba igual, si creía que esa actitud era la correcta.
Claro que tenía otra opción, enfrentarse a ellos y ser mejor persona...
Lo positivo: ¡Has mandado al cuerno a la depre!

Besitos y cerezas
Muirne

Anónimo dijo...

MOSTRA TU ERDUCACION LAILA,,,NO AGAS CASO DE ESAS COSAS QUE TENES QUE MIRAR DESDE ARRIVA....

Anónimo dijo...

MOSTRA TU ERDUCACION LAILA,,,NO AGAS CASO DE ESAS COSAS QUE TENES QUE MIRAR DESDE ARRIVA....