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domingo, 2 de marzo de 2008

Un cielo de luces para las mujeres muertas...

Se enciende el cielo por el dolor que sentimos ante la muerte, la crueldad, la barbarie, los malostratos y la sinrazón... en lo que llevamos de año, diecisiete mujeres han muerto a manos del hombre que había convivido con ellas o convivía. De esas diecisiete mujeres, cuatro fueron asesinadas en el mismo día. Y vengo de ver "Las Hermanas Bolena" así que, dejando aparte el hecho de que me gustan los ropajes y la parafernalia de la Edad Media y de que las actrices han estado bien aunque el actor que hace del Rey Enrique me gustó más en el personaje de Príncipe Héctor en Troya, dejando atrás todo esto como ya he dicho, es triste darse cuenta cómo nos han tratado los hombres a lo largo de la Historia de la Humanidad. La mujer ha tenido que desarrollar unos recursos increíbles para poder sobrevivir. Y ha sufrido y aguantado dolores como jamás nunca nadie, que no sea otra mujer, podrá comprender... bueno, si es una mujer a la que la vida haya mimado, no sirve, ésta no lo entenderá tampoco...
Cuánto ha tenido que soportar el corazón de una mujer... cuánto ha tenido que llorar en silencio con lágrimas transparentes, con suspiros internos, con hipo disimulado...
Desde estas latitudes, nos sentimos diferentes porque nos sabemos sofisticados por evolucionados. ¡Qué idiotez! Seguimos matando a las mujeres tras la premisa ancestral del: "La maté porque era mía"
Esta semana ha sido amable. He bailado, he reído mucho, he cenado con una de mis hijas, he quedado y comido con amigos, mi amiga Mar me ha dado uno más de esos masajes terapéuticos que me están curando la cadera, he hablado con amigos que hacía mucho que no hablaba, me he maquillado cada día antes de salir de casa... han pasado muchas cosas agradables así que, a pesar de todo lo anterior, vengo a compartir también las cosas buenas y amables.
Dejo un suspiro sin tristeza y sin dolor... lo dejo sobre las letras, entre palabra y palabra, para que se haga grande y se haga fuerte, por si lo necesitas como compañía... pero ya sabes, sin tristeza y sin dolor. Hoy, he ido al cine y quedan exactamente ocho días para las elecciones.
Laia.

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