
Cuánto ha tenido que soportar el corazón de una mujer... cuánto ha tenido que llorar en silencio con lágrimas transparentes, con suspiros internos, con hipo disimulado...
Desde estas latitudes, nos sentimos diferentes porque nos sabemos sofisticados por evolucionados. ¡Qué idiotez! Seguimos matando a las mujeres tras la premisa ancestral del: "La maté porque era mía"
Esta semana ha sido amable. He bailado, he reído mucho, he cenado con una de mis hijas, he quedado y comido con amigos, mi amiga Mar me ha dado uno más de esos masajes terapéuticos que me están curando la cadera, he hablado con amigos que hacía mucho que no hablaba, me he maquillado cada día antes de salir de casa... han pasado muchas cosas agradables así que, a pesar de todo lo anterior, vengo a compartir también las cosas buenas y amables.
Dejo un suspiro sin tristeza y sin dolor... lo dejo sobre las letras, entre palabra y palabra, para que se haga grande y se haga fuerte, por si lo necesitas como compañía... pero ya sabes, sin tristeza y sin dolor. Hoy, he ido al cine y quedan exactamente ocho días para las elecciones.
Laia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario